2012/11/29

Alberto Fuguet: "el profesor de redacción me empezó a poner malas notas y un día me llamó y me dijo que yo estaba equivocado, que no podía confundir no ficción con ficción"




–¿Tenías esas certezas a los veinte años? 
Alberto Fuguet: No sé si certezas, intuiciones… La única certeza que tuve rápidamente fue que no debía decir cosas que no sintiera. O sea, si llegaba una película de Tarkovsky y todos decían «qué obra maestra» y yo me aburría, tenía que decir «no entendí nada» aunque me despreciaran. Al comienzo, me pasó que escribí dos o tres críticas falsas, porque decía cosas que no pensaba, y después dije: prefiero pasar por tonto que publicar algo que no pienso.
(...)
"Una vez en la escuela de periodismo me obligaron a quemar una chaqueta militar que andaba trayendo, una chaqueta que había sido de mi tío, el de Missing, (novela) que era del ejército gringo, yo creo que ahí me vino como una liberación, un ya, basta". 
–¿Cuándo te pasó eso? 
Alberto Fuguet: Justo después de que Estados Unidos invadió Granada, creo, o en alguna de las tantas invasiones. Eso afectó mucho a la escuela de periodismo, a mí me decían gringo, y yo usaba esta chaqueta del tío mío que se perdió. La usaba porque decía Fuguet y yo encontraba cool que tuviera mi nombre, y quizás me faltó un poco de tino, en medio de una dictadura andar con una chaqueta militar… 
–Ha sido un karma para ti, una crítica que te ha perseguido, esto de ser agringado… 
–Pero yo siempre he dicho que yo no he cambiado, que finalmente ha cambiado el país. En esa época yo estaba súper fuera de onda, pero con los años me he vuelto más normal… Ahí hay una experiencia que tal vez algún día me sirva para un libro. En la escuela de periodismo viví dos dictaduras, la de Pinochet, que en realidad a mí no me afectaba, y la maoísta, que era la de buena parte de mis compañeros de curso. Era gente cartucha, fascista para mi gusto, que te obligaba a escuchar a Silvio Rodríguez porque era lo único válido.
(...)
Esos cuentos, los de Sobredosis , nacieron cuando el profesor de redacción me empezó a poner malas notas y un día me llamó y me dijo que yo estaba equivocado, que no podía confundir no ficción con ficción. Yo mentía, es cierto que mentía, pero a mí nunca me pareció que fuese una mentira flagrante. Por ejemplo, alguien había asaltado un camión. Yo me ponía en el papel del asaltante y sentía nervio y calculaba el tiempo. Y mi profesor me decía: cómo sabes esto. Bueno, le decía yo, lo intuyo. Y ahí fue cuando me dijo que si yo quería pasar su curso tenía que escribir como él quería, que si tenía ganas de usar todos esos recursos de la ficción, que escribiera cuentos en mis ratos libres. Y ahí empecé. Fue Raúl Muñoz, profesor de periodismo informativo a quien le atribuyo haberme cambiado la vida aunque seguro que lo mitifico y que las cosas no ocurrieron de esta manera. El asunto fue que me metí en un taller literario con Poli Délano, por casualidad también, y después empecé a escribir para mis compañeros de curso, mis más amigos eran mi público, y era una manera de reírnos de cierta gente de la escuela. Entonces repartía fotocopia en las clases
(...)
–Alberto, volvamos a las diferencias entre ficción y no ficción. Missing , por ejemplo. 
–Dije que ese libro tenía 95 por ciento de verdad y 5 por ciento de ficción, tal vez no debí haber dicho nada.

– Pero se vendió como novela . 
–Es que es una novela. Volvemos a esto de Soriano: cuando reduces la información, cinco, diez, veinte horas de entrevistas, y lo convierte en una sola conversación, estás novelando. 
–Pero lo de Soriano se presenta como periodismo . 
–Yo siempre he dicho que los cronistas ficcionan, que a veces es necesario ficcionar, porque la realidad se queda corta. Creo que un día los periodistas tendrán que asumir que se miente un poco y que eso no tiene nada de malo. En Missing yo digo: qué te importa que sea 5 por ciento mentira si el 95 por ciento es verdad. En el diario no te avisan nada y capaz que la proporción sea la misma, o que haya más mentira incluso. 
–¿En qué mentiras estás pensando? 
–En lo que uno hace cuando transcribe una entrevista y saca las partes aburridas, o cuando el entrevistado se repite, o cuando pronuncia mal y uno lo deja hablando español neutro, todo eso está aceptado en el periodismo y nadie se espanta porque es una convención, y sin embargo hay otros recursos que no se aceptan, o que provocan más polémica. No lo entiendo, me parece que son puras convenciones porque, si hubiera que transcribir la realidad tal cual es, las entrevistas, las crónicas, no se podrían leer. No me parece poco ético o criminal ayudar a la realidad. Todos lo hacen o al menos se hace cuando uno realmente tiene una verdad buena que merece ser mejorada.



Del libro de Aguilar, Marcela (Editor). Domadores de historias: conversaciones con grandes cronistas de América Latina.

2012/11/24

Esa vejez en preferirás olvidar

Edición Nro. 132 de la revista de César Hildebrandt
En Hildebrandt en sus trece comparto con todos los lectores del semanario "Esa vejez que preferirás olvidar". Esta historia la escribí con el fin de encontrar al destino, para disuadirlo o, al menos, exigirle una buena explicación.

2012/11/21

MVLL: El último sobreviviente operativo del boom

La noche de ayer, Mario Vargas Llosa recibió en México el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria 2012. Al inicio de su discurso se consideró el último sobreviviente "operativo" del boom, en -me parece- clara alusión a García Márquez, quien sufre del mal de Alzheimer y, por lo que se dijo este año, no volverá a escribir (debido a esta enfermedad y no a una decisión meditada como ocurre en el caso del norteamericano Philip Roth).

Soy muy consciente de que esta generosa decisión del jurado se debe, en buena medida, a ser yo algo así como el último sobreviviente operativo de ese movimiento, grupo o promoción de escritores que a partir de los años sesenta dio brillo y difusión, por buena parte del mundo, a la narrativa latinoamericana. Me refiero al llamado boom”, dijo el autor de Elogio de la madrastra.


2012/11/17

LAS MEJORES HISTORIAS ME LAS CONTARON MIS AMIGOS

Hernán Casciari, aparte de narrador, un apasionado del fútbol.


Por Orlando Mazeyra Guillén

Hernán Casciari (Buenos Aires, 1971) tiene sus propios paquetes con tabaco y él arma sus cigarrillos artesanalmente. “Sin filtro son muchísimo más dañinos”, le comento. “”, lo reconoce con un halo de fruición. “En Argentina me preguntan si es una costumbre catalana y en Barcelona me preguntan si es una costumbre argentina”. Aparte de fumar, bebe, de rato en rato, una Sprite helada mientras cae la noche limeña en las afueras del hotel Mariel de Miraflores. Quizá ganar premios desde muy joven haya inflado el ego del anfitrión de Orsai. “Lo que empezó en blog puede convertirse en cualquier cosa”, anuncia la página de una exitosa revista que sale de imprenta y también se distribuye por la web en formato PDF, no obstante, ni siquiera se considera un narrador. Casciari ha obtenido el primer premio de novela en la Bienal de Arte de Buenos Aires (1991) y el famoso premio internacional de cuento Juan Rulfo, que organiza Radio Francia Internacional (1998).
Hace poco un escritor español me dijo que el ego es un ingrediente importante en la creación” —le comento mientras él prepara un nuevo pucho—, me dijo: “¿si no por qué crees que los argentinos son tan buenos escritores?”.
Él celebra el comentario con una risa intensa y contagiosa: “yo creo que el ego tiene mala prensa pero no es algo tan malo, sobre todo cuando te dedicas a comunicar. Para comunicar hay que tener la convicción de que tienes algo que decir y eso ya forma parte de un ego. Hay que ser autosuficiente: no ser tímido, por ejemplo, y no lo digo solo en la oralidad, sino también en la prosa. No hay que trabajar con timidez y me parece que esas son ventajas que te dan una determinada seguridad. Y creo que el argentino tiene las grandes desventajas del ego (no las ventajas del ego): no tiene nada para decir pero lo dice bien fuerte. Y eso puede resultar incluso caricaturesco.  Yo vivo hace muchos años en España y reconozco muy rápidamente a un argentino conversando justamente porque el ego viene por delante”.
 —También la mordacidad del argentino en las bromas… el cine: Ricardo Darín, por citarte un ejemplo insoslayable…
Sí, las historias, tanto del cine, la literatura, como de la vida cotidiana, están emparentadas con el cinismo. Y el sarcasmo viene, me da la impresión, porque si no nos reímos de nosotros mismos entonces no nos queda nada.
 TIMIDEZ NARRATIVA Y EL PORNO
 —Hernán, quiero que incidas en lo referente a la “timidez narrativa”.
Me refiero a cuando uno es poco desenfadado y nos apoyamos en la solemnidad. Muchas veces, la falta de seguridad genera que te apoyes en pilares que tienen que ver con la solemnidad y con la corrección. Y en el momento en que te puedes reír de ti mismo, me parece que es cuando te conviertes en un personaje maléfico de tu propia obra y empiezas a “empatizar” un poco más con el lector. Más que un escritor, yo soy un comunicador. Necesito, en general, que se me entienda primero y después, si hay suerte, lograr emocionar o divertir; y utilizo mucho el humor para eso porque me parece que es un código común. Pero no me siento un escritor que diga cosas muy inteligentes, sino que soy muy de la era digital. Mis necesidades pasan por entretener o por emocionar rápidamente. Lo mío es más de microondas que de horno a leña.
—Necesitas emocionar y conmover porque algunos te emocionaron y te conmovieron…  
No. Necesito emocionar y conmover cuando escribo en Internet porque estoy compitiendo con el porno que es la pestaña de al lado. Cuando escribes para un lector que está en un monitor, no es lo mismo que cuando lo haces para un lector que está sentado en un sofá, un domingo en la tarde. Entonces necesito ser más veloz.
—Compites con el porno…pero también en el caso, sobre todo de la juventud, la red social, Facebook, que es una suerte de adicción moderna…
Eres demasiado optimista. A mí me parece que la adicción moderna sigue siendo el sexo. El 90% de Internet es porno. Las redes sociales están y son muy útiles y sirven para conversar, pero Internet es sexo. Inclusive dentro de las redes sociales, el sexo está muy presente y hay grietas que tienen que ver con eso también. Pero independientemente de esa cuestión, cuando escribes en un medio tan volátil como Internet, la necesidad de emocionar o entretener rápidamente tiene que ver con que se queden un rato más leyéndote…
—Ser muy directo…
Sí, conciso. No puedes dar vueltas. No puedes generar párrafos larguísimos, no puedes hacer grandes descripciones. Las frases tienen que ser más cortas y comprensibles. Y después si logras tener un buen caudal de lectores, entonces puedes empezar a profundizar más. Yo empecé con textos muy cortos. Recién cuando vi que había un público cautivo, empecé escribir textos más largos, porque ya sé que me esperan, porque ya sé que me soportan.
—Entonces tu receta es empezar con historias cortas: párrafos breves y directos.
Depende de a quién le quieras hablar.
—Y de qué quieras hablar…
Mi intención al principio, cuando empecé a escribir en Internet, mi lector, mi objetivo, eran las personas que habían quedado en Argentina y que yo conocía personalmente —mi familia, mis amigos—, y yo sabía muy bien de qué manera hacerlos reír o hacerlos emocionar y, al mismo tiempo, sabía que un inmigrante se pone muy nostálgico o se pone muy pesado, entonces no quería ser inclusivo, entonces cuando llegaron otros lectores que entendieron mi respiración y mi forma de narrar, entonces me animé a hacerlo de una forma que tiene que ver más con el papel, con el texto largo. En conclusión: no es que aconseje el texto corto en Internet de ninguna manera, aconsejo enfocar bien a quién le estás hablando.
 PERIODISMO CULTURAL…
—¿Existe el periodismo cultural?
No soy muy amigo de etiquetar. Y justo vengo a un congreso de “periodismo cultural”. Me parece un error que me inviten, porque no soy un “periodista”.
—Te consideras un narrador, cronista…
Soy un comunicador. Si tengo que etiquetarme de alguna manera, tendría que decir que soy el anfitrión de una página web; es decir, converso con la gente, le cuento historias, les miento, hago algún tipo de reflexión, pero en ningún momento soy un periodista, ni siquiera estudié periodismo, así que poco podría decir de qué es o qué no es el periodismo cultural. Lo que sí sé es que me gusta mucho que me cuenten una historia bien contada, me gusta más cuando el valor agregado de la voz del narrador es una voz intensa, empática, me gusta todavía más cuando la historia que se está contando  realmente es novedosa, original y está por fuera de las agendas de la prensa tradicional. Me gusta que me entretengan, que me diviertan, que me enseñan algo. Me parece que la crónica narrativa, como dice Juan Villoro, tiene un poquito de las grandes virtudes de la narrativa y está bueno y me gusta también.
—En tu devenir creativo, ¿quiénes fueron tus padres literarios?
En general, a mí las mejores historias me las contaron mis amigos de la infancia, que son las personas con las que estoy haciendo ahora la revista. Tuvimos la suerte de poder crecer con la misma literatura y con los mismos gustos literarios y periodísticos y no tengo nombres nuevos para decir: de chiquito me gustaba Borges y Vallejo, y después en periodismo nos deslumbró mucho Caparrós y Villoro… Pero no pasa por nombres esto, pasa, otra vez, por las historias, porque podamos contar y porque podamos leer buenas historias.
—Manejar una revista como Orsai debe conllevar un trabajo arduo.
Es un trabajo divertido. Ponemos en Orsai todo lo que nos interesa del mundo. A mí me interesa mucho el fútbol, la ficción de televisión norteamericana, los escritores contemporáneos, los cambios vertiginosos en la sociedad tecnológica, la paternidad porque tengo una hija pequeña. Hacemos una revista para nosotros, no pensamos en el público.
FÚTBOL HASTA EN LA SOPA 
—A nivel mundial, ¿los argentinos son los más apasionados por el fútbol?           
Si nunca fuiste a Nápoles, yo creo que sí. Pero en realidad yo creo que los napolitanos.
—¿Por qué te fuiste a España?
Porque me enamoré de una catalana y me quedé a vivir con ella.
—¿Por qué Messi no funciona en la selección argentina como en el Barcelona?
Yo creo que la conjunción Messi-Xavi-Iniesta es única. Pero, de todas maneras, yo todas las noches rezo para que Messi pueda tener un campeonato del mundo.
—Y mejor si es en Brasil, ¿verdad?
¡Eso sí sería orgásmico! Yo lo veo no con ojos de probabilidad, sino con ojos de sueño y utopía. De todas maneras, a mí el fútbol como el deporte que más me gusta, incluso como la expresión humana que más me gusta, ya me dio lo que me tenía que dar. Los últimos cinco años disfruté del mejor fútbol de la historia del universo y pude estar en la cancha y disfrutarlo, y hasta el día que se fue Guardiola supe que vivíamos todos un espectáculo que no se va a volver a dar en la historia.
MARADONA Y MESSI
—Hay una desesperación de vivir al mejor de todos los tiempos, y hay gente que ya dice que Messi es mejor que Maradona. Ya lo dijo Bianchi, lo dijo Grondona…
Hay una necesidad, primero, de estar ahí, de haber visto al mejor de todos. Y al mismo tiempo, creo que Maradona con su impronta, con su personalidad, ha generado en muchas personas la necesidad de matarlo en vida también. Entonces hacen como grandes esfuerzos semánticos para que Maradona sepa que ya no es el mejor, para que no muera pensando que es el mejor. A mí, esas cuestiones me parece que no tienen nada que ver con el fútbol, lo que me interesa del fenómeno fútbol son los 90 minutos, lo que me interesa es la belleza del fútbol. Y tengo la suerte geográfica de haber nacido en un lugar que ha parido a los mejores y con eso me conformo. El otro día leí en España una encuesta sobre cuáles habían sido los tres mejores jugadores que habían jugado alguna vez en España. Primero salió Messi, segundo Maradona y tercero Di Stéfano.
—Messi carece de la personalidad arrolladora de Maradona, aquel que dice: yo me hago cargo.
Maradona tiene capacidad de liderazgo, sin duda. Messi no es un jugador que merezca la capitanía, por ejemplo. A mí me emociona el juego, la triangulación…
 LA TENTACIÓN DE LO IMPOSIBLE
—¿Estuvo mal darle el buzo de la selección a Maradona?
No creo. Hay que buscar siempre lo imposible. En el momento en que Maradona fue técnico de la selección, empezó a gestarse la posibilidad de que ocurriera magia en algún momento, nosotros soñábamos con eso.
—Algo épico…
Y eso es algo que tiene que ver con el ego de nuestro pueblo; nosotros no buscamos medias tintas, sino siempre lo milagroso. Muy extrañamente ocurre lo milagroso. Pero siempre estamos en esa búsqueda y no me parece que esté mal.
—Marcos Aguinis diría: “el atroz encanto de ser argentinos”…
A mí me enternece. En ningún momento me arrepiento ni envidio otra nacionalidad, por ejemplo. Lo que tenemos es muy raro y muchas veces muy feo, pero que a mí, en verdad, no me molesta particularmente.

Orlando Mazeyra G.
Miraflores, Lima, mayo de 2012.

2012/11/14

Marco Martos en Arequipa



El poeta Marco Martos (Piura, 1942), actual presidente de la Academia Peruana de la Lengua, visitará Arequipa, mañana viernes 16 de noviembre, para dictar la conferencia El concepto de creación poética en César Vallejo, a las 10 de la mañana en el Auditorio del Colegio Padre Damián (Calle San Juan de Dios Nº 538). Para inscribirse en el evento se puede escribir a los siguientes correos electrónicos:
El mismo día (viernes 16), por la tarde, presentará sus libros Poesía junta y En las fronteras de la poesía en la Alianza Francesa a las 7 de la noche (Calle Santa Catalina 208).

A continuación, unas pocas preguntas que le formulé.


—Si le menciono el nombre de Antonio Cisneros, ¿cuál es la primera imagen que se le viene a la mente?

A Antonio Cisneros lo imagino frente al mar, conversando de todo, en especial de música peruana y de fútbol, apenas algo de literatura.

           
            —Alfredo Bryce ganó hace poco el premio FIL Guadalajara. Al respecto, el escritor mexicano Juan Villoro opina que el jurado de dicho premio consideró que los artículos que Bryce plagió no perjudican su ejercicio literario. Probablemente entienden al periodismo como un género menor, susceptible de ser usado como la zona impune de un Gran Artista”. ¿Qué opina al respecto? ¿Es el periodismo un género menor que se puede soslayar?

Plagiar no es una práctica buena, que sea algo común no lo hace mejor. Y esto vale para todos, Bryce incluido.

            —Presentará en Arequipa Poesía junta y En las fronteras de la poesía. ¿Qué nos puede contar al respecto?

Mis libros recientes se están presentando en varias ciudades: Piura, Trujillo y ahora Arequipa, algo que no hubiera soñado hace unos pocos años.

            —¿Cuáles fueron las primeras lecturas de Marco Martos?

Entre mis primeras lecturas están los cuentos de Monteiro Lobato y Las mil y una noches.

            —¿Cuál es el libro que está leyendo?

Estoy leyendo:  Los libros que nunca he escrito de George Steiner y la Poesía completa de Silvia Plath.

            —¿Cuál fue la experiencia más edificante  que ha cosechado como presidente de la Academia Peruana de la Lengua?

Lo más gratificante en la Academia Peruana de la Lengua es el contacto con mucha gente. 

            —¿A qué poeta contemporáneo le otorgaría el premio Nobel?

Le daría el premio Nobel a Carlos Germán Belli. 

            —Lapix Editores presentó este año su libro de ensayos “En las fronteras de la poesía” y uno se pregunta si son leídos poetas de la talla de César Moro, Martín Adán, Westphalen,  Carlos Germán Belli,  Paco Bendezú, Jorge Eduardo Eielson,  Blanca Varela, Javier Heraud,  César Calvo o Alejandro Romualdo. ¿Se lee poesía en el Perú? ¿Quiénes la leen?

Sí se lee poesía en el Perú, la lee, como decía Juan Ramón Jiménez, una inmensa mayoría.

            —Como en el caso de Toño Cisneros, siempre esperamos la muerte de un gran vate para hacerle homenajes póstumos. Recuerdo ahora la, por decir lo menos, extraña muerte de Romualdo, Paco Bendezú murió solo y abandonado. ¿A qué vate peruano le rendiría un gran homenaje en vida y por qué?

No es cierto que Francisco Bendezú muriera abandonado, es una versión periodística, el poeta vivía solo y era desordenado, pero murió rodeado del afecto de sus amigos cercanos y de su familia. Tampoco es verdad que Washington Delgado muriera en parecidas circunstancias, fue muy querido y atendido por su familia y sus amigos. Un homenaje le haría a Leopoldo Chariarse y otro a José Ruiz Rosas.


            —¿Qué libro de poemas le hubiese gustado escribir?

¿Qué libros admiro? Mejor que qué libros hubiera querido escribir: Iluminaciones de Rimbaud, Poemas Humanos de Vallejo.

            —¿Qué opinión tiene del Plan Lector que, desde hace algunos años, se ha vuelto una coartada para incurrir en el autobombo y el negociado?          

Conozco pocos detalles del Plan Lector, es cierto que alguna gente aprovecha, pero en general funciona, me parece. 

            —¿La Casa de Literatura peruana cumple para usted una labor cultural resaltable? 

La Casa de la Literatura es un gran acierto, los que trabajan ahí tienen pujanza, energía, dedicación. Dos millones de visitantes no es poca cosa. Celebro que continúe en su lugar,  pues en el local del Ministerio de Cultura hubiera diluido sus funciones.

2012/11/12

En Hildebrandt en sus trece

En la edición Nro. 130 del semanario Hildebrandt en sus trece aparece una historia sobre un trabajo deprimente: "nadie me toma en serio", confiesa el narrador (viciado y vicioso a la vez). Espero que la puedan leer. 
Alguna vez Gabriel García Márquez dijo que actualmente las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse  con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores”. 

Orlando Mazeyra Guillén

2012/11/09

«La literatura es acción: acción y reacción».


«(...) Yo creo que la literatura es práctica. O la literatura es acción: acción y reacción. El bagaje teórico, alrededor de la literatura, tiendo a verlo con cierta desconfianza y tiendo a verlo con mayor desconfianza aún cuando lo hace una persona que no escribió ficción, simplemente lee ficción. Hay ciertos mecanismos, ciertas cosas que te pasan y ciertas convulsiones que sólo puedes experimentarlas haciéndolas. Es lo mismo que alguien es un ejemplo grosero y pido que no sea tomado al pie de la letra, es lo mismo que alguien consagrara su vida al examen, la descripción y la sistematización del orgasmo sin haber hecho nunca el amor.¿Entiendes? Entonces, queda como en el aire todo, me parece. Me parece que no se puede dar un diálogo de igual a igual (...) Digamos que creo en muchísimos personajes de ficción y creo en algunas personas».
Rodrigo Fresán

2012/11/08

The Parade Ends

Paseos por las calles que revientan,
pues las cañerías ya no dan más
por entre edificios que hay que esquivar,
pues se nos vienen encima,
por entre hoscos rostros que nos escrutan y sentencian,
por entre establecimientos cerrados,
mercados cerrados,
cines cerrados,
parques cerrados,
cafeterías cerradas.
Exhibiendo a veces carteles (justificaciones) ya polvorientos,
CERRADO POR REFORMAS,
CERRADO POR REPARACIÓN.
¿Qué tipo de reparación?
¿Cuándo termina dicha reparación, dicha reforma?
¿Cuándo, por lo menos,
empezará?
Cerrado...cerrado...cerrado...
todo cerrado...
Llego, abro los innumerables candados, subo corriendo la improvisada escalera.
Ahí está, ella, aguardándome.
La descubro, retiro la lona y contemplo sus polvorientas y frías dimensiones.
Le quito el polvo y vuelvo a pasarle la mano.
Con pequeñas palmadas limpio su lomo, su base, sus costados.
Me siento, desesperado, feliz, a su lado, frente a ella,
paso las manos por su teclado, y, rápidamente, todo se pone en marcha.
El ta ta, el tintineo, la música comienza, poco a poco, ya más rápido
ahora, a toda velocidad.
Paredes, árboles, calles,
catedrales, rostros y playas,
celdas, mini celdas,
grandes celdas,
noche estrellada, pies
desnudos, pinares, nubes,
centenares, miles,
un millón de cotorras
taburetes y una enredadera.
Todo acude, todo llega, todos vienen.
Los muros se ensanchan, el techo desaparece y, naturalmente, flotas,
flotas, flotas arrancado, arrastrado,
elevado,
llevado, transportado, eternizado,
salvado, en aras, y,
por esa minúscula y constante cadencia,
por esa música,
por ese ta ta incesante. 
"


Reinaldo Arenas

2012/11/07

El león duerme esta noche



Wee-ooh wim-o-weh. Wee-ooh wim-o-weh.
Wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh
o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-weh.
Wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh
o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-weh.

En la jungla, en la poderosa jungla, el león duerme esta noche.
En la jungla, en la poderosa jungla, el león duerme esta noche.

Wee-ooh wim-o-weh.
Wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh
o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-weh.
Wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh
o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-weh.

Cerca de la aldea, la pacífica aldea, el león duerme esta noche.
Cerca de la aldea, la pacífica aldea, el león duerme esta noche.

Wee-ooh wim-o-weh. Wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh
o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-weh.
Wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-o-weh
o-wim-o-weh o-wim-o-weh o-wim-weh.

Silencio, querida, no temas, querida: el león duerme esta noche.
Silencio, querida, no temas, querida: el león duerme esta noche.

Whuh whuh whuh wim-o-weh. Wee-ooh wim-o-weh wee-ooh
wim-o-weh wee-ooh wim-o-weh.



2012/11/03

Batallas perdidas

En la edición Nro. 129 (viernes, 2 de noviembre de 1012) aparece Batallas perdidas, una historia a la que le guardo mucho cariño. La escribí hace casi siete años: en diciembre del 2005.